A diferencia de los modelos dogmáticos, el ejercer la práctica y el empirismo nos enseñan que generalmente suele existir más de una manera de llegar al mismo resultado. Es más, en ocasiones los múltiples caminos que debemos recorrer pueden ser entrelazados para combinar experiencias y abarcar campo de visión más grande. Pasa lo mismo con lo agilidad.
Hace un tiempo, en una de esas tantas visitas de consultoría que realizamos, y tras levantar parte de una cadena de valor orientada a entregar resultados mediante el desarrollo de servicios, nos tocó preguntarle a un cliente “¿Y por qué no usan Kanban?”, a lo que nos respondió. “Es que ya capacitamos a la gente en Scrum.”
La verdad, me descolocó. Me había precipitado, asumiendo que mi cliente conocía lo mismo que yo sobre el método Kanban (Como dice un amigo: Especifica, no clasifiques); que entendía que el método Kanban no es una alternativa distinta a seguir, y que su aplicación podía ser más gradual que absoluta (A diferencias de algunos marcos de trabajo). Si bien, no tenía tanto tiempo para poder explicárselo, al menos pude apelar a su dolor principal: “No se trata de lo que la gente sabe, sino de lo que necesita.”
Y bueno, como no nos gustaría que a nuestros queridos seguidores les ocurra lo mismo, o que alguno de esos tantos oportunistas del mercado les venga a decir que para iniciar con Kanban deben detener todo. Y porque sabemos que es un método muy demandando en estos tiempos (Más del 50% de la industrias que aplican agilidad lo practican según la última versión del Annual State of Agile), hoy quisiéramos comentarles sobre lo fácil que es implementarlo y algunos de sus beneficios
Puedes aplicarlo ahora, y combinarlo con cualquier cosa
Primero, destacar que Kanban es un método de gestión del trabajo (NO un framework) orientado en mejorar la entrega de resultados de forma consistente. O en cristiano: Es un medio para mejorar algo, un medio que bajo ningún contexto sustituye a lo que se está haciendo actualmente.
Es decir, que puedes implementar Kanban desde ya. No es necesario aplicar una transformación organizacional que apunte a un nuevo estado deseado, sino que debemos comenzar con lo que ya tienes y avanzar de manera evolutiva y experimental, respetando los roles y las responsabilidades que actualmente tengan en tu equipo y aplicando sus prácticas como un complemento a tu proceso o marco de trabajo actual.
De esta manera puedes poner en práctica Kanban para gestionar las entrevistas pendientes del área de talento humano, las misiones de tu equipo de facilitadores, los tickets de atención al cliente, tus tareas diarias o aplicar los conceptos de oferta basada en demanda y no especulación para evitar una que otra crisis económica. O si bien eres más clásico de este rubro, puedes combinarlo con Scrum (Generando un Scrumban) para revelar cuellos de botella en tu flujo de trabajo y reducir los tiempos de entrega si estás trabajando a demanda.
Promueve la colaboración
La ventaja más subestimada que ofrece Kanban es la visibilidad del flujo de valor, dando vuelta el refrán: Ojos que ven, corazón que siente. El ver el flujo de las tareas ayuda a generar sensación de urgencia cuando las cosas quedan estancadas y además el tablero funciona como un radiador de información que facilita bastante la comunicación al centrar el enfoque del equipo.
Kanban fomenta la autonomía del equipo. Si respetamos la práctica de mantener las políticas y acuerdos claros, todo el equipo entenderá cómo debe trabajar, manteniendo un flujo constante y ordenado, donde cada persona sabe lo que tiene que hacer. Esto sumado a la visibilidad aumenta la colaboración y apoya a que el equipo pueda auto organizarse sin la necesidad de un manager o supervisor.
Mejora constantemente
Este método, además, aprovecha los conceptos de Kaizen de mejora continua, ya que al ser implementado de manera evolutiva permite adoptar planes de acción rápidos que puedan generar mejoras graduales de manera consistente. En pocas palabras, Kanban da espacio a la innovación y a la experimentación para así encontrar la mejor forma de enfrentarse a los problemas que aparecen en el día a día.
Aumenta la productividad
Y para no extendernos mucho, iremos con el punto más fuerte: Kanban incrementa la productividad. La práctica de avanzar por jalado (en lugar de por empuje) hace que los recursos que ingresan a la cadena de valor sean proporcionales a lo que saldrán, dando una mayor predictibilidad a la entrega de valor y reduciendo el desperdicio, lo que puede marcar la diferencia entre ganancia o pérdida.
Por tiempo y por espacio, no listaremos hoy todos los beneficios de este método (Ni tampoco algunos de los riesgos acompañan a su mala implementación), porque bueno, el artículo quedaría gigante. Sin embargo, si quieres aprender más de Kanban, estaremos dictando un curso completamente gratis en conjunto con Accadem y sólo por ser seguidor nuestro ya estás cordialmente invitado.
Y ojo, no te decimos que aplicar Kanban resolverá por completo todos tus problemas o que se adaptará perfectamente al proceso específico que manejas hoy en día, pero lo que sí te aseguramos es que aprender sobre te este dará una perspectiva diferente, y que sí o sí podrás tomar algo para mejorar la forma en la que gestionas tus actividades.

Me gustaría leer libros o blogs referido a kanban
Me gustaMe gusta
Claridad y explícito, fundamental para ahuyentar la confusión y la estructura anclada a lo aprendido…
Me gustaMe gusta