¡Define tus objetivos!

Todos transitamos un camino en nuestras vidas y trabajos, y aunque a veces puede ser tortuoso intentamos disfrutar el viaje. Sin embargo, la constante presión de los medios, las demandas de nuestro jefe y las redes sociales nos empuja a centrarnos más en el proceso que en el objetivo final. ¿Es esto realmente lo mejor?

Lo importante no es el destino, sino el viaje”. Díganle eso a las veintitantas horas que uno puede llegar a perder en vacaciones moviéndose entre aeropuertos, taxis y buses, para poder llegar al destino y darse cuenta de que hay que volver a hacer el mismo trayecto para devolverse. Seamos honestos, si el destino no valiese la pena, no nos comeríamos todo ese proceso infernal sólo porque sí.

Y no nos miren a mal, no tenemos nada en contra del “new age”, ni del “carpe diem”, ni del Alquimista de Coelho (O quizás sí contra este último). De hecho, podrán apreciar por la falta de artículos recientes que somos muy partidarios de dichos conceptos y de no forzar la creatividad. El problema es cuando estos conceptos comienzan a viciar nuestro avance.

Te preguntaré algo… ¿Por qué haces lo que haces? Porque te pagan, obvio (Y si no es así, replantéate estar ahí), porque tienes bocas que alimentar, tarjetas de crédito que pagar y/o figuras de Warhammer 40K que comprar. Pero no nos quedémonos en el nivel personal, sino que a nivel más trascendental ¿Cuál es el aporte que estás haciendo a la organización? ¿Qué significado subyace detrás de tu labor? O en términos de Scrum ¿Qué valor estás aportando realmente?

Nos ponemos polémicos (Aceptando el repudio de algunas instituciones públicas): El camino NO es el destino, y trabajar arduamente no significa que estés añadiendo valor. Así de simple: Tener horas y horas de reuniones ineficientes, generar documentos que nadie va a leer, perder el tiempo con tareas no prioritarias, retrabajo, procesos burocráticos exagerados y entrenamientos de conceptos que nunca tendrás la oportunidad de aplicar en la realidad… No añade valor.

Y ahí mismo viene la contrapropuesta a esta cultura de matarse trabajando sin un norte: Definir uno. Como dice el dicho: “No es trabajar duro, sino que trabajar inteligente”, y por eso hoy queremos compartir contigo cinco razones por las que es fundamental el definir objetivos para tu empresa, tus equipos y para ti mismo.

CLARIDAD Y DIRECCIÓN

Trabajar duro por sí solo no garantiza la entrega de valor. Nuestras actividades estén enfocadas hacia un norte, que tengan un porqué y que completarlas suponga un hito hacia el destino que estamos apuntando. Buenos objetivos proporcionan una hoja de ruta clara que podemos seguir, saber hacia dónde nos dirigimos nos permite enfocar nuestros esfuerzos y evitar el desperdicio de nuestro preciado tiempo.

En Scrum, esto se traduce en mantener un backlog bien definido y priorizado, asegurando que cada esfuerzo del equipo contribuya a la visión del producto, eso define a un buen Product Owner.

MOTIVACIÓN Y COMPROMISO

Un norte definido, claro y alcanzable inspira y motiva a equipos y organizaciones. Saber que nuestro trabajo tiene un propósito y que estamos avanzando hacia un objetivo tangible forjará un mayor compromiso y podría aumentar la moral, sirviendo además como un input importante para promover la autoorganización del equipo, pues permitimos a cada integrante tomar propiedad de sus objetivos y trabajar juntos para alcanzarlos.

Por lo mismo, al iniciar un Sprint en Scrum, definimos un Objetivo de Sprint, asociado a métricas específicas y alcanzables durante la iteración, así cada integrante sabe cómo está aportando al entregable final.

MEDICIÓN DEL PROGRESO

Objetivos bien definidos permiten medir nuestro avance de manera efectiva, ya sea porque nos acercamos completando hitos o por un porcentaje de avance medible. Recomendados que cada cierto tiempo evaluemos nuestros avances para analizar lo que hemos logrado y ajustar nuestras estrategias según sea necesario para asegurar que vamos en el camino correcto.

En Scrum, la Retrospectiva y la Sprint Review son momentos clave para reflexionar sobre nuestro progreso, y el uso de tableros Kanban y gráficos automatizados pueden potenciarse con los objetivos definidos para representar de mejor manera la realidad.

ALINEACIÓN ESTRATÉGICA

Definir buenos objetivos asegura que todos los integrantes del equipo estén alineados con la estrategia general de la organización. Con los OKR (Objectives and Key Results), los objetivos estratégicos se desglosan en resultados clave medibles, facilitando la coordinación y la colaboración, y garantizando que tanto los equipos como los individuos estén alineados hacia el mismo objetivo.

Por lo mismo existen los compromisos de Scrum, que ayudan a alinear hacia donde vamos: Product Goal, Sprint Goal y Definition of Done, compromisos que apoyándose en la transparencia y la comunicación constante terminan por alinear la visión del producto con cada entregable liberado, manteniendo la cadena de valor alineada.

OPTIMIZACIÓN DE RECURSOS

Y cerramos la lista con nuestro concepto favorito: El arte de no hacerlo todo. Definir objetivos específicos y relevantes ayuda a priorizar las tareas y actividades que hacemos, usando nuestros sagrado tiempo y bendito esfuerzo de manera mucho más eficiente.

Apuntar a un buen objetivo nos facilitará el decidir qué haremos y qué no, basándonos en el valor que se añada y maximizando el impacto de nuestro trabajo. Por lo mismo siempre les recordamos lo importante de priorizar el Product Backlog y de efectuar una buena Planificación del sprint, para que así nos concentremos en las cosas realmente importantes en vez de matarnos trabajando por cosas que al final del día, no dejarán mucho que mostrar.

Ahora, todo esto que les comentamos no es nada nuevo. En 1975, Gary P. Latham y Jim James Baldes hicieron un estudio con conductores de camiones, verificando el rendimiento de estos durante 12 semanas y separándolos según los que tenían un objetivo propuesto y claro, con los que no. En resumen, demostraron que establecer objetivos claros y específicos mejora significativamente la eficiencia laboral y la motivación. (Les dejamos el link por si quieren revisarlo)

Retomando lo que mencionábamos, el camino es importante, pero si no sabemos a dónde nos conduce, si simplemente estamos avanzando por avanzar, experimentando por experimentar, después no nos podemos quejar de que tenemos desperdicios y que no llegamos a las cifras a fin de cuatrimestre.

Definir metas, compartirlas, hacerlas visible y alinearlas con nuestro día a día es esencial para poder generar valor de manera efectiva, ya sea en nuestro equipo, en nuestra organización o para nuestros propios proyectos personales.

Si te interesa aprender más sobre la agilidad o sobre Scrum te recomendamos mucho «Scrum, el arte de hacer el doble de cosas en la mitad del tiempo«. Si por otra parte, quieres aprender sobre el principal mecanismo de mejora de Scrum, quizás «Retrospectivas: Haciendo buenos equipos, mejores» sea una mejor sugerencia para ti. ¡Feliz día a todos!

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